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NOSOTROS

SIR ROBERT



Vine al mundo en Mieres, en el año del señor de mil novecientos y sesenta y tres, en el seno de una humilde familia de funcionarios.
Recuerdo mi infancia emulando el desembarco de Normandía con cajas de cerillas y soldaditos de plástico de los sobres esos de Montaplex.
En los 70 realicé mi primera, a la par que efímera incursión en el mundo del modelismo. Recuerdo haber montado un barco, algún avión y un par de carros que compré en una tienda que había en la Calle Toreno en Oviedo. Por aquel entonces cuando tanto los medios económicos como técnicos eran escasos, había que conformarse con tres botes de Humbrol para pintar los modelos, si es que se pintaban.
Con la llegada de la adolescencia abandoné el hobby ya que empecé a cultivar ‘otro tipo de intereses’, también con curvas y formas redondeadas como los M4A1. Pero la semilla ya estaba plantada.
Por aquel entonces, también nació mi interés y afición por la historia, lo que me llevó a estudiar esta carrera cuando me llegó la hora de ir a la Universidad.
Retomé el hobby en edad tardía, a mis cuarenta, y fui mariposeando por las diversas ramas del modelismo hasta que me quedé estancado en los carros de combate, que es lo que más me gusta a día de hoy. Eso sí, hubo que volver a partir de cero, pero con más medios económicos y sobre todo técnicos.
Al poco tiempo, descubrí Panzernet y empecé a conocer gente de toda España algunos de los cuales cuento hoy entre mis mejores amigos. (
De ahí surgió el grupo de los MOCHUS (Modelistas Chapuceros Unidos) y a su vez de estos los Panzetakorps (o Panzetas), a quienes debo todo lo que soy como modelista.
Desde hace bien poco tengo el honor de formar parte de los Irregulares de Granda, con quienes espero poder compartir muchos buenos momentos de hobby, de mesa y de más cosas.

Con respecto a lo que hago, ya lo he comentado: carros a escala 1/35 o 1/48 de la IIGM (lo moderno no me hace tilín) y sin ninguna preferencia especial (aliados o del Eje). También estoy intentando aprender a pintar moñacos, más que nada, por aliñar un poco las maquetas, aunque desde que me junté con los Irregulares está empezando a picarme el gusanillo de las figuritas en 28 mm. Y más cosas...
¡A ver si aprendo!



DAVID LOBO



De familia asturiana, por eventualidades de la vida, nací en la provincia del Sahara, cuando aun era española en el año 1973.
Desde pequeño tenia gran afición a modelar mis figuras en arcilla o plastilina y a las manualidades en general. Empecé en el colegio, a montar carros y aviones a 1/72, dando el salto a las figuras de forma definitiva en el año 98, tras muchos pinitos anteriores.
Me gusta la fantasía y lo histórico, no tengo pegas con periodos si realmente me gusta, pero lo que no puedo evitar, por norma general, es modificarle alguna cosa o modelarla por completo. Me permite volar más con la imaginación, que limitarme a nada más que la pintura.
Gracias a este hobby, puedo decir que tengo amigos repartidos por todo el territorio español, conocidos a lo largo de los años, y tras muchos botes de un lado a otro.
Por otras eventualidades de la vida, fueron a parar mis huesos a Cartagena, pero mis amigos dentro de Los Irregulares, saben que una parte de mi corazón esta con ellos.



ALBERTO FERNÁNDEZ



De Familia Asturiana nací en Granollers, provincia de Barcelona en el año de 1980, pero con sólo un añito retornamos la familia a tierras de Asturias donde rodeado de montes y bosques pasé mi niñez. Con 13 años nuevamente la familia tiene que marcharse esta vez a tierras levantinas, a la bonita ciudad de Denia donde con 14 años empezó mi afición por las figuras, inicialmente con el Warhammer donde siempre me atrajo más la vertiente del pintado que la del juego, mi ejercito favorito es el de los enanos con sus armaduras, barbas y ese carácter tan enanil de darlo todo hasta el final. Después vinieron los años de estudios universitarios nuevamente en tierras Asturianas durante los que la afición sufrió una interrupción de varios años. No fue hasta hace unos tres años cuando retornó el gusanillo del pintado al pasar por delante de un escaparate en donde había un montón de figurillas bien pintadas y regresó mi afición a las miniaturas, al poco tiempo encontré a este fantástico grupo de amigos que somos los irregulares de Granda y con los que disfruto de agradables momentos miniaturísticos.

JAVIER DE LA HIDALGA



Corría el mes de septiembre del año de nuestro señor de 1.961 cuando un servidor vino al mundo en Gijón, según me cuentan en casa. Ya de pequeño me gustaba desarmar los juguetes (sobre todo los de mis hermanos) para luego volver a armarlos, lo que debía de ser un anticipo de lo que se avecinaba. ¡A veces hasta volvían a funcionar! Gracias a que entonces no había internet ni –casi- televisión, ni se estilaba eso de ser políticamente correcto, cuando hacía mal tiempo –con buen tiempo todos los críos estábamos corriendo por ahí semisalvajes- jugaba con lo normal en mi generación: Los soldados de los sobres de Montaplex, tanques y aviones de EKO, los Madelman, el Tanque Clim Lanzaventosas… ¿Se acuerdan Vds.? (¿Si? ¡Qué viejos son!). Pero de pronto, allá por el verano de 1.972, un amigo me enseñó algo sorprendente: ¡Una MAQUETA!. Era un carro de combate, de una exótica marca japonesa que se llamaba Tamiya, tenía que montarlo uno mismo y al final, churretones de pegamento aparte, se parecía realmente a los de verdad (No tenía bombillita roja en la boca del cañón para hacer que disparaba ni zarandajas de esas, que uno era un crío, pero no tonto). Y así, en mi 11º cumpleaños me llegó mi primera maqueta. El flechazo fue total. Contraje, como digo yo, la “enfermedad del plástico”, y me pego fuerte, ya lo creo. Mi afición por las maquetas ha sobrevivido a todos los avatares de mi vida –la adolescencia y el “eso-es-de-críos”, la competencia por el tiempo libre con las novias de turno, los estudios, y el vivir fuera de casa y los múltiples cambios de residencia por culpa de mi bendito trabajo-, así que con más o menos intensidad llevo haciendo maquetas casi sin interrupción desde la tierna edad de 11 añitos. A lo largo de estos (39) años de pegar y pintar, he pasado, como no, por varias etapas: Al principio, cualquier maqueta valía, pero sobre todo aviones (si, lo confieso, hice aviones… era joven e insensato y la paga de los domingos solo daba para maquetas de Machtbox o de Frog a 1/72), luego, al ir teniendo algo más de disponible, carros (alemanes, como no…¡ay, aquel primer aerógrafo comprado con mi primer sueldo, lo que dio de si!), luego, al querer parecer más serio, figuras (Romanos y algo de fantasía, sobre todo del El Señor de los Anillos, que uno es friki pero con clase) y por fin y durante años, más y más y más carros (rusos, todos verdes, hasta aburrirme…) Como digo, ya estaba un servidor un tanto mosqueado de tanto verde, y sobre todo, de tanto “contador de remaches”, cuando allá por el comienzo del nuevo milenio, gracias a internet, redescubrí las maquetas de ciencia ficción –y en concreto las de la serie Maschinen Krieger- , y desde 2.005, con la ayuda de ebay y Hobby Lynk Japan, me volqué de pleno en mis cacharros futuristas, vi la luz, y en estos últimos años de afición tengo que confesar que he disfrutado más que nunca, tanto de mis panzerhuevos, como de la amistad de cierta pandilla de Irregulares y excelentes personas.

Y como al parecer lo de jubilarse está cada día más lejano, espero que el futuro nos depare muchas más horas de compartir nuevas maquetas, risas, buena mesa y amistad.


VICTOR ACEBAL



Nací y resido en la bella ciudad costera de Gijón. En mi más tierna infancia tengo el recuerdo de jugar con soldaditos de plástico de Montaplex y algún que otro de Machtbox a escala 0.00. En mi juventud hice mucho deporte y también trabajé mucho.

En el año 94 me sucede un grave accidente laboral por el cual estuve 8 meses en un sofá y, a partir de ahí, con tanto tiempo libre empecé a interesarme por los carros y figuras, 2 o 3 dioramas, un par de carros y luego ya me quedé prendido con la historia y las figuras.

Mis preferencias en torno a las figuras han variado con el paso de los años.

En un principio lo que más me atraía eran los medievales. Cuando me harté de pintarlos encontré el tema de la antigüedad en el cual me encuentro muy cómodo pintando y sobre todo leyendo datos sobre los griegos, romanos, celtas, cartagineses… son unos temas apasionantes.

Aunque también como buen Turlurón cada vez me siento más fascinado por un tema tan complejo como es el napoleónico.

También soy un modesto coleccionista.



CHANI 



A pesar del frío, una mes de enero de 1969 decidí salir a conocer mundo… y a fecha de hoy sigo teniendo esa inquietud. Mi aficción por el modelismo fue muy temprana, me encantaba el mecano, el tente, el exin castillos…, sí, sí, hace mucho tiempo J. En cuanto tuve cierta independencia económica, aunque muy limitada, invertí en un MChafee de Matchbox, o era un Typhonn de Hasewaga?, buff, tenía 12 añitos… Tantos, y tantos despues, sigo disfrutando y…sufriendo con este hobby. He hecho de todo, carros, coches, motos, aviones, naves…, y ahora, gracias a mis compañero Irregulares me inicio en las figuras. Hasta hace bien poco padecí de cierta soledad modelística, y no fue hasta hace unos pocos años, cuando conocí a mis amigos y compañeros Irregulares, cuando redescubrí nuevamente el hobby. Con ellos comencé una nueva etapa mucho más satisfactoria modelística y personalmente…J. Estos años gracias a ellos, he aprendido y evolucionado mucho y reído…buff. Sigo teniendo la misma ilusión sino más, por esta aficción y os animo a todos a disfrutarla y compartirla todo lo que podáis.



Una abrazo










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